viernes, 26 de junio de 2015

Pateando la sociedad.

Hablemos, por qué no, de la sociedad y de la gran equivocación que cometemos cada vez que afirmamos con completa seguridad que ''la sociedad está corrompida'', como si la cosa tuviera nada que ver con nosotros, cuando la culpa es colectiva, cambiemos esa frase por algo más acertado como ''nosotros hemos corrompido la sociedad''. Nada más nacer unos valores y unos estereotipos nos son inculcados, sin darnos otra opción causando que cuando vemos o vivimos algo ''fuera de lo normal'' nos desagrade e incluso nos frustre.
Desde pequeños ya somos perseguidos por unos estereotipos. El rosa, las princesas, las muñecas, la danza, para las niñas. El azul, los deportes, los juegos violentos, para los niños. El orden, la limpieza, la disciplina, la ternura y la obediencia para las niña. La irresponsabilidad, la travesura, la capacidad de liderar y la rebeldía para los niños. El problema de estos llega junto con el rechazo, ciertamente, cuando una niña no quiere vestir de rosa, ni jugar con sus muñecas si no que tiene como preferencia un deporte, los colores que ''son de chicos'' o no se comportan como una ''señorita'' lo haría, o, cuando un niño cambia un deporte que supuestamente es muy masculino y que está sobrevalorado como el fútbol por quizás la danza, el color azul por el rosa, las pelotas por las muñecas; primero, estos niños serán mirados extrañados incluso por su entorno familiar y habrá gente que los mire con desagrado ya que a fin de cuentas no es lo ''normal'', es aquí cuando llega el rechazo, permitanme decirles que en ningún momento debemos permitir que lo que para nuestro juicio es lo correcto sea inculcado a los más pequeños, ya que debemos dejar que ellos con el tiempo desarrollen su propia normalidad, sin darles a entender en ningún momento que sus preferencias son erróneas.
Cuando vamos creciendo, los estereotipos que nos han sido inculcados se acentúan, volviéndose incluso más problemáticos y serios, ya que a veces, por no haberles concedido suficiente libertad mental, si no que de lo contrario, hemos intentado adaptarle nuestras ideas por la fuerza sin darles ninguna otra opción que no fuera la nuestra, puede ocasionar un grave problema para la sociedad. Por ejemplo, en la adolescencia, a las chicas se nos atormenta con la falsa idea de la belleza perfecta e inexistente, en la publicidad de productos de maquillajes o ropa femenina, las propias modelos son moldeadas con ordenadores, creando así una falsa esperanza de alcanzar esa belleza, provocando la frustración en aquellas que no la consiguen y destruyendo así su autoestima, a veces queriendo satisfacer los cánones de belleza recurren a medidas drásticas como los trastornos alimentarios. En el caso de los chicos, se les enseña a ser ''duros'', esto acompaña a la ridícula idea de que los chicos no lloran e incluso si lo hace delante de otros, se exponen a ser burlados por los demás, esto sinceramente me parece aberrante. Supuestamente y como la sociedad dicta, las chicas somos las sensibles y dependientes, mientras ellos son los valientes y bruscos, a pesar de lo increíble que pueda parecer, muchas personas aún siguen creyendo estas ideas, y lo que aún parece más cavernícola si cabe, la estúpida idea de que las mujeres somos creadas para seducir y tenemos la necesidad de ser seducidas. Esto llega a ser un problema cuando un hombre se cree en el derecho de acosar a una mujer por malinterpretar su comportamiento como un acto de seducción o cuando la mujer verdaderamente piensa que su única razón de existencia es la de conseguir seducir a un hombre.
Pero eso no queda ahí, ya que aun se piensa y se concibe la idea de que solo los hombres pueden pensar en el placer que provoca el acto sexual y las mujeres, solo participamos en esto para la procreación o por el puro placer del hombre. Es más,por mucho que lo neguemos está mal visto cuando una mujer admite que mantiene relaciones sexuales por su propio placer.
A pesar de que hay muchos y peores estereotipos que nos siguen en la vida, quiero tomarme el tiempo de hablar de los valores.
Nos aseguran que debemos respetar a todos sin importar su condición, pero sus palabras son contradictorias a sus actos. A la hora del amor, nos enseñan un amos perfecto, la unión de personas de distinto sexo, pero pocas veces, por no decir ninguna, se nos enseña desde pequeños que el amor no queda solo ahí, si no que abarca también más formas, la idea de esto a algunas personas les parece tan aberrante que no permiten que sus hijos traten con ''gente así'', con todo esto quiero decir, que tratamos la homosexualidad como si fuera una enfermedad o un error, cuando la verdadera enfermedad es la homofobia, ya que porque la homosexualidad no esté dentro de su cuadrada normalidad no significa que esto no sea algo completamente normal. El respeto a los animales ya ni siquiera es inculcado, pero ¿Cómo iba a serlo? en un mundo donde el maltrato animal es diario, el respeto por estos es prácticamente imposible.

En mi opinión, deberíamos dejar de estereotipar, acabar con los cánones de belleza y sobre todo enseñar los valores con hechos, no con palabras.

1 comentarios:

  1. Es cierto lo que dices, así como nos enseñar a ser hombres o mujeres, nos enseñan a ser lo que somos, pero yo no creo en los géneros, solo en el sexo, somos lo que somos y hemos sido arrojados al mundo con las manos vacias, no me refiero a lo material, por su puesto, sino a lo puramente esencialista, a lo que somos cada uno de nosotros si se nos quita la gente de alrededor, todo lo material que podamos poseer o hacer uso de ello, hasta la ropa, entoncés... ¿Qué es lo que queda? Nos quedan las experiencias, experiencias que nos hacen ser como somos interpretadas con nuestras "gafas", las cuales son totalmente distintas si vamos cambiando de persona, algunas son mas oscuras que otras, otras tienen mayor tamaño, algunas pueden resultar hasta casi opacas. En mi opinión sabemos lo que hay, sabemos lo que somos, nada. Sin embargo seguimos viviendo, en sociedad, pasando el día y las noches, olvidando lo solos que estamos gracias a nuestra naturaleza de vivir en sociedad, así siendo animales gregarios. No esperes por que alguién te diga lo que eres o lo que es él mismo, no se puede describir, a cada segundo cambiamos y esto es tan real como lo son nuestras manos y nuestros pies. En conclusión más de los que pensamos sabemos la pura verdad, y acabamos encerrandonos en nuestro propio mundo o formando otro con otras personas evadiendo la responsabilidad que en parte nos otorga el simple echo de Ser Humanos. Pensar, escribir, mejorar, cambiar, conservar, ser feliz, descubrir algo, dejar algo... o simplemente vivir.

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